noviembre 07, 2013


Todo por escrito

Retomando a Gill Davies y enfocándonos en el capítulo dos de su libro, luego de tomar la decisión de publicar una obra, lo siguiente es la firma de un documento que deje constancia de todo lo hablado con el autor.

Antes de firmar el contrato con el autor se suele realizar una presentación escrita del proyecto que se denomina Estado de resultados y es una exposición donde se evalúa el costo de la producción del libro, los costos sobre la campaña de marketing y posibles ganancias provenientes de ventas de derechos, entre otros. Esta presentación le sirve al editor como respaldo sobre la elección tomada.

Con el autor se deben pautar la fecha de entrega y la extensión que tendrá la obra. Esto tiene que quedar en claro desde el comienzo, ya que una variación en la fecha de entrega puede ocasionar un retraso en la planificación de la producción de la obra, es importante que el editor se cerciore de que el autor no tiene compromisos previos durante ese año, deberá saber si el autor está pensando en viajar, mudarse o si va a cambiar de trabajo, estas circunstancias especiales pueden atrasar la fecha de entrega. Otra de las cuestiones a pautar con el autor es la extensión que tendrá la obra, pueden ocurrir dos situaciones: la primera es que el original sea demasiado corto, el editor deberá considerar en función de su experiencia si el tema que se está tratando necesita más extensión y si tiene sentido publicar un libro tan breve, este aspecto afecta a cuestiones como la cantidad de páginas, puede provocar que el libro no tenga lomo y si ese es el caso ¿Cómo será colocado y encontrado en una librería? Con respecto a la segunda situación si el original es demasiado extenso, el editor deberá pensar en que este exceso incrementará los costos de producción y quizás no puedan ser compensados, no se debe cometer el error de incrementar la tirada para bajar el costo unitario, ya que esto podría ocasionar que los libros terminen apilados en el depósito o en venta de saldos, otra consecuencia es que el editor puede verse obligado a publicar un libro en un formato diferente al que se había pensado.

Una vez acordadas todas las condiciones, se procede a la confección del contrato que será enviado al autor lo antes posible, lo ideal es que sea un mes luego de haber acordado el trabajo y el anticipo se le debe pagar antes de que este comience con la obra. Los tipos de contratos varían según la editorial y según el país, ya que cada país está regido por diferentes leyes, en el contrato se pautarán las regalías del autor sobre las ventas de la obra y la venta de diferentes tipos de derechos subsidiarios como los derechos tecnológicos.

Por último Davies destaca los errores más comunes de planificación, estos pueden ser: calcular mal la fecha de entrega, la extensión o ambas, pagar grandes anticipos al autor y contradecir la opinión de los colegas, el editor debe escuchar otras opiniones y reflexionar sobre ellas. Debemos asegurarnos de todo esto antes de firmar el contrato.

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